La apnea del sueño es una afección que sucede cuando se produce una parada en la respiración durante el sueño. Es decir, mientras duermes, puede suceder que tu organismo deje de respirar durante algunos segundos.
En primer lugar, es importante destacar que no todo parón en la respiración que se produce durante el sueño es malo. De forma natural, en ocasiones, al dormir, dejamos de respirar. Esto es debido a que, por la noche, cuando nos encontramos dormidos, el centro respiratorio se relaja y puede llegar a generar una actividad mínima o incluso nula. De este modo y sin que suponga un problema, una persona sana puede sufrir una apnea. Sin embargo, para que no suponga ningún peligro, esta no debe superar los 10 segundos o repetirse más de 5 veces en una hora. En el caso de que la apnea supere estas cifras, estaríamos hablando de una apnea problemática, que requerirá su estudio y valoración.
Sospechar que este proceso se está produciendo es vital, pues se podrá tratar correctamente. Si bien no es sencillo darse cuenta, pues sucede durante el sueño…
Sin embargo, existen diversos factores que nos pueden poner sobra la pista.
- En primer lugar, los ronquidos. La normalidad es no roncar. En caso contrario, nos indica que existe una alteración en el circuito que hace el aire desde que entra por las fosas nasales y llega a los pulmones. En este caso, será de gran ayuda la versión del compañero o de la compañera. Uno mismo no suele ser consciente de si ronca o no, pero la persona con la que se comparte habitación sí que lo es, pues sufre esos molestos sonidos. Roncar, por tanto, es un signo de una obstrucción al paso del aire, ya sea a nivel orofaríngeo, laringofaríngeo… Si hay un aumento de la resistencia al paso del aire, es más factible que se produzca una apnea. Además, es muy frecuente el despertarse de repente con un gran ronquido.
- En segundo lugar, otros elementos que nos deben poner sobre la pista son las enfermedades dentales. La boca es una de las dos vías de entrada del aire, lo que la convierte en un elemento clave en las apneas. Por este motivo, si padeces una enfermedad dental, ya sean infección, alteraciones mandibulares o inflamación… se puede entorpecer el paso del aire y se bloquea la orofaringe.
- Por último, las apneas del sueño también ofrecen otras pistas, como los dolores de cabeza matutinos, la alteración del humor y susceptibilidad o la hiper somnolencia diurna. Todo ello debido a la falta de descanso real durante la noche.
En consecuencia, ante la presencia de alguno de estos síntomas, es imprescindible acudir a la consulta del dentista para que nos evalúe e inspeccione nuestra boca e iniciar el tratamiento y los cuidados dentales, en caso de ser necesarios.
Es importante no desatender esta enfermedad, pues supone un estado de hipoxia serio para nuestro organismo, por lo que es necesario aplicar tratamientos a la apnea del sueño, con el objetivo de solucionar el problema.