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Clínica Dental Moyúa en Bilbao
incrustaciones dentales

Las incrustaciones dentales son uno de los tratamientos dentales integrales más actuales para la conservación de las piezas dentales ya que logran restaurar piezas en mal estado mediante incrustaciones que permiten sustituir la estructura dental perdida y devolver a la boca del paciente su sonrisa y funcionalidad. Veamos con más detalle acerca de ellas.

Qué son las incrustaciones dentales

Las incrustaciones dentales son restauraciones del diente que se realizan en distintos materiales como pueden ser la cerámica, la resina u otros materiales. Ayudan a conservar el diente cuando este ha sufrido algún daño no muy profundo y cuando el estado de salud de la boca en general es relativamente bueno.

Esta técnica no se puede realizar en pacientes con enfermedades dentales graves, ya que precisa de encías fuertes y de una boca con buena higiene.

Cuándo se pueden hacer las incrustaciones dentales

Para llevar a cabo esta técnica dental reparadora y conservadora es necesario que se den los siguientes requisitos:

  • Que el paciente no tenga muchas caries.
  • Que la higiene dental sea la adecuada. No se puede realizar en bocas muy enfermas o con una higiene deficiente.
  • Tiene que haber cavidad suficiente en la boca para poder hacer la incrustación.
  • Que se pueda trabajar bien sobre los márgenes gingivales.
  • Que los dientes estén endodonciados previamente.

La incrustación no reemplaza a un implante dental, lo que sí puede es reparar los pilares de este.

incrustaciones dentales

Ventajas de las incrustaciones dentales

  • Las incrustaciones dentales fortalecen los dientes a los cuales se les ha realizado una endodoncia.
  • Impiden que el tejido dental se debilite cuando es propenso a ello.
  • Permiten conservar la estructura dental sana.
  • El riesgo de perforar o fracturar las raíces es menor.
  • Permiten una estética y anatomía perfectas.

En qué consiste el tratamiento

El proceso de reparación dental mediante incrustaciones consta de dos fases. En la primera de ellas, tras un examen pormenorizado, se diseña la cavidad del diente donde irá la incrustación y se toman medidas para mandar a fabricar la incrustación al laboratorio dental.

En la segunda fase del proceso ya tendremos la pieza fabricada, la probaremos y, si encaja todo bien, la cementamos al diente.

Las incrustaciones pueden abarcar las dos cúspides, una o ninguna. Y, para resultados más naturales, se pueden escoger materiales de calidad como la cerámica o la resina.

Si la intervención se hará en los dientes que quedan más ocultos, o nuestro presupuesto es menor entonces podemos optar por metales, los cuales son menos estéticos. E incluso, para pacientes exigentes hay incrustaciones de metales como el oro y la plata.

Cuando hay caries muy grandes o las encías están muy debilitadas, no podemos emplear esta técnica. Puede hacerse pero con posterioridad, pues antes habrá que arreglar el problema realizando endodoncia y tratamientos previos.

Con técnicas como las incrustaciones dentales el paciente recupera la funcionalidad y la belleza de su boca al cien por cien. Si quieres saber más acerca de esta y otras técnicas de reparación o conservación para tus dientes, consúltanos. Te haremos un estudio personalizado.