¿En qué consiste la microglosia?
La microglosia es una de las enfermedades de la lengua relacionadas con sus malformaciones. En este caso, se da cuando la lengua, en comparación con el resto de estructuras de la boca, es más pequeña de lo habitual. En este sentido, se distingue de la anquiloglosia, que provoca, por ser el frenillo ciertamente corto, que la lengua parezca más pequeña y pierda capacidad de movimiento.
En las siguientes líneas, te proporcionamos más información acerca de la microglosia.
Las causas de la microglosia
Esta malformación no tiene un origen genético, sino que se concibe de forma congénita. Nos referimos a que se origina a lo largo del embarazo, es decir, mientras el embrión se está formando. Suele producirse, por otra parte, entre la cuarta y octava semana de la gestación y puede deberse a las siguientes circunstancias:
– Consumo de medicamentos como los corticoides, sedantes…
– Infecciones de virus.
– Intoxicaciones.
Su diagnóstico, por consiguiente, podrá establecerse desde que el afectado es un bebé.
Los síntomas de la microglosia
Los inconvenientes de la microglosia dependerán del pronóstico personal de cada paciente, dado que la reducción de sus lenguas no es uniforme. Sin duda, este tamaño tan pequeño supondrá un problema para acciones tan comunes como el habla o la masticación.
El escaso estímulo que provoca la lengua en la boca hará que no se desarrollen convenientemente los huesos maxilares (la mandíbula y el maxilar superior), por lo que estos destacarán por su pequeñez y estrechez. Como la lengua no tiene las dimensiones normales, no genera la presión que tiene que contribuir a la expansión de los huesos.
Tanto en la arcada inferior como en la superior de la dentición temporal, estos huesos maxilares tan pequeños terminarán ocasionando los apiñamientos severos posteriores de las piezas dentales.