A esta edad el/la adolescente ya tiene que tener adquiridos unos hábitos de higiene dental diaria, de forma responsable, autónoma y sin supervisión.
Pese a que los cambios en sus hábitos y costumbres o ritmo de vida puedan condicionar estos hábitos de limpieza, deberá respetar como mínimo la limpieza bucal dos veces al día, acompañada del uso de cepillos interdentales o seda dental, así como de enjuage bucal por lo menos una vez al día.
Es importante que los/las adolescentes sean conscientes de la necesidad de mantener las buenas costumbres en cuanto a higiene dental, porque son una norma básica para asegurar la buena salud bucal. Se deberían acostumbrar a llevar con ellos/as un cepillo de dientes y pasta dental entre sus efectos personales a diario.
Otro aspecto de vital importancia en esta etapa en dos aspectos: por la importancia de la dieta equilibrada y su aspecto social; y también por los hábitos alimenticios, a menudo poco adecuados, de las nuevas generaciones.
La alimentación y los trastornos que en este aspecto se generan son, desgraciadamente, uno de los problemas que surgen en estas edades. No se trata sólo de que los adolescentes aprendan la importancia de mantener una dieta equilibrada y variada. Se trata ya, en algunos casos, de que entiendan que la alimentación es necesaria.
Trastornos alimenticios, como la anorexia y la bulimia, afectan a todo el organismo y en todos los niveles, tanto física, como psicológicamente. En el ámbito de la salud dental, pueden provocar caries, pérdida de dientes y reducción de la encía, hipersensibilidad dental, etc. Las familias deben prestar especial atención a estos aspectos.
Por otro lado, es importante que los/las más jóvenes aprendan a comer de todo.
Y en otro de los aspectos, es en estas etapas cuando comienzan a ser responsables de su alimentación y, unido a los momentos de ocio en los que ya es habitual que consuman alimentos fuera de casa, los nuevos hábitos de consumo han derivado en que hay un exceso acusado de consumo de azúcares, alimentos tratados, etc. En todo tipo de formatos y alimentos; desde las chucherías, hasta las bebidas azucaradas y refrescos y sin olvidar de las comidas rápidas.
Todo ello conlleva un mayor riesgo de padecer caries.
Adolescencia y ortodoncia suelen ir unidos. Es la época idónea para corregir posibles disfunciones dentales. No sólo para tratar anomalías como dientes torcidos o apiñados, sino también porque ya las familias son conscientes de que este tipo de problemas suponen mucho más que un aspecto estético; se trata de un problema de salud y como tal debe ser tratado.
Los métodos de ortodoncia más habituales entre los/as adolescentes son los brackets metálicos, aunque ya van ganando en popularidad también para esta franja de edad los brackets de zafiro o la ortodoncia invisible.
En todo caso, el llevar un aparato dental conlleva que los jóvenes deberán extremar los cuidados, sobretodo en lo referente a la limpieza dental.
Otro aspecto que también está ligado a los/as adolescentes: la práctica de deporte y otras actividades. Además, hoy día es muy normal que un/a joven practique durante el año un sinfín de actividades físicas diferentes.
Algunas de ellas pueden suponer un riesgo para la seguridad de su dentadura, derivados de golpes, choques, contusiones, etc que se pueden producir en estas prácticas y que podrían provocar cortes, fracturas en los dientes, o hasta incluso la pérdida de piezas dentales completas.
Para evitar correr este tipo de riesgos, es aconsejable que se acostumbren a usar protectores bucales. Son unas prótesis que se ponen y quitan de forma fácil y rápida y cuya función es la prevención.
Muchas personas adictas al tabaco comienzan con el hábito a estas edades, ya sea por probar, porque los amigos lo hacen, o por costumbre social.
El tabaquismo tiene graves efectos para la salud, pero más todavía si cabe en esta etapa.
Además, crear un hábito tan jóvenes puede provocar que éste se convierta en adicción.
Además, a nivel de la salud bucal, el consumo de tabaco es muy perjudicial también para nuestros dientes: empezando por las manchas, el mal aliento que provoca y terminando en enfermedades periodontales.